Sonríe.

Fíjate en el espejo, ¿ lo ves ?. Detente un momento en la expresión de tu boca. ¡Sí!, estas sonriendo.
Después de tanto tiempo de dolor y sufrimiento, al fin, te sientes lo suficientemente animado como para sonreír y sin duda es algo positivo, porque los tiempos de tristeza, se acabaron.
¿Por qué eres feliz? La respuesta es sencilla, porque estas conforme con lo que te rodea, y ya no te importan los problemas, porque siempre les encuentras una solución, porque ya no te paras en seco y aceptas que estas metido en líos constantemente, en vez de resentirte.

¡Bienvenido a la felicidad!.